Ayer Domingo, nuestra hermandad, volvió a participar, de forma destacada dentro de la vida tradicional de Albatera.
Eran las 9 de la mañana, cuando hermanos de nuestra hermandad, ya se encontraban en la Plaza del pueblo para montar el Altar de Corpus, debajo de la balconada del Ayuntamiento.
Fueron 4 horas de intenso sol y trabajo: una tela roja quedaba de fondo, mientras otra en tono brillante hacía las veces de bambalina, en la parte central alta, un espejo en forma de sol, y en el Altar, la alegoría de la aparición de la Virgen del Carmen a Santa Teresa, una Santa Teresa con más de 50 años de historia.
Como ofrenda, dos panes, la uva y el Vino a un lado, y al otro el Evangelio, Rosarios y la Pluma de San Juan, textos de Santa Teresa, Guardabrisas, y como no podía faltar la majestuosa foto de nuestra Madre y Señora la Virgen de la Esperanza. En el suelo, una alfombra roja y un cojín, y todo rodeado de un pasillo de Romero.
La tarde se pasó rápida, entre bromas, chistes, sueños e ilusiones, todos juntos, una vez más lo que pretendemos con todos estos actos, es "Vida en hermandad", que la gente participe activamente en nuestros actos.
Y llegó el momento de la salida de la Sagrada Custodia. Mariano, Vicesecretario de nuestra hermandad, hizo las veces de representante en la Junta Mayor de Hermandades y Cofradía que salieron a presidir con las varas.
La procesión duró alrededor de hora y media; y fue cuando estaba regresando a al plaza cuando 8 personas y el que escribe, portando el pendón, fuimos a recibir la Sagrada Custodia, cuando se puso delante de nosotros, el pendón fue ofrecido a la misma, y se arrodilló delante. Invirtiendo el orden, nos colocamos delante de la Custodia, y la acompañamos hasta nuestro altar donde fue recibido con una hermosísima lluvia de Oropel que no paraba de caer, una embriagadora esencia de canela y romero, (nuestro incienso y nuestra decoración) así como una traca de 50 metros y una disparo simultaneo de 15 cohetes que impactaron en el cielo de forma sobre acogedora.
Tras la retirada de la Custodia, fueron varios los niños vestidos de comunión que se fotografiaron con sus familiares delante del altar.
La labor estaba realizada, los hermanos de nuestra madre habían vuelto a estar representados en las tradiciones de su pueblo, se podían sentir orgulloso ya que como siempre nuestra hermandad trabaja para nuestro pueblo y siempre para ella, nuestra madre, la Virgen de la Esperanza.
Eran las 9 de la mañana, cuando hermanos de nuestra hermandad, ya se encontraban en la Plaza del pueblo para montar el Altar de Corpus, debajo de la balconada del Ayuntamiento.
Fueron 4 horas de intenso sol y trabajo: una tela roja quedaba de fondo, mientras otra en tono brillante hacía las veces de bambalina, en la parte central alta, un espejo en forma de sol, y en el Altar, la alegoría de la aparición de la Virgen del Carmen a Santa Teresa, una Santa Teresa con más de 50 años de historia.
Como ofrenda, dos panes, la uva y el Vino a un lado, y al otro el Evangelio, Rosarios y la Pluma de San Juan, textos de Santa Teresa, Guardabrisas, y como no podía faltar la majestuosa foto de nuestra Madre y Señora la Virgen de la Esperanza. En el suelo, una alfombra roja y un cojín, y todo rodeado de un pasillo de Romero.
La tarde se pasó rápida, entre bromas, chistes, sueños e ilusiones, todos juntos, una vez más lo que pretendemos con todos estos actos, es "Vida en hermandad", que la gente participe activamente en nuestros actos.
Y llegó el momento de la salida de la Sagrada Custodia. Mariano, Vicesecretario de nuestra hermandad, hizo las veces de representante en la Junta Mayor de Hermandades y Cofradía que salieron a presidir con las varas.
La procesión duró alrededor de hora y media; y fue cuando estaba regresando a al plaza cuando 8 personas y el que escribe, portando el pendón, fuimos a recibir la Sagrada Custodia, cuando se puso delante de nosotros, el pendón fue ofrecido a la misma, y se arrodilló delante. Invirtiendo el orden, nos colocamos delante de la Custodia, y la acompañamos hasta nuestro altar donde fue recibido con una hermosísima lluvia de Oropel que no paraba de caer, una embriagadora esencia de canela y romero, (nuestro incienso y nuestra decoración) así como una traca de 50 metros y una disparo simultaneo de 15 cohetes que impactaron en el cielo de forma sobre acogedora.
Tras la retirada de la Custodia, fueron varios los niños vestidos de comunión que se fotografiaron con sus familiares delante del altar.
La labor estaba realizada, los hermanos de nuestra madre habían vuelto a estar representados en las tradiciones de su pueblo, se podían sentir orgulloso ya que como siempre nuestra hermandad trabaja para nuestro pueblo y siempre para ella, nuestra madre, la Virgen de la Esperanza.
También hacer mención y felicitar el Altar que se puso en la calle Ancha, la hermandad de la Virgen del Rosario, que con su hermano mayor y miembros de nuestra hermandad colaboraron en realizar tan bello monumento.
Dando las Gracias a todas aquellas personas que colaboraron con la hermandad, tanto aquellas que nos prestaron algunas de sus cosillas, como aquellas que pasaron para darnos animo, y hicieron que todo esto fuera posible, sin olvidar a la Parroquia por toda la colaboración prestada.
Pronto subiremos las fotos de aquel magnífico día.
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