La resurrección, ha llegado al borde de las 11 de la noche.
Nuestra hermandad a participado y ayudado a la parróquia en todo lo posible, ha sido una ceremónia muy afectiva, donde la alegría era patente. Nuestro hermano mayor ha llevado el cirio pascual, el que escribe los clavos, el tesorero el micro, y dos vocales la biblia y la naveta, ha sido la hora y media más rápida de nuestra vida, con muchas anecdotas y momentos interesantes y emotivos, ahora ya sólo queda esperar la llega del nuevo día, y con él el encuentro, y el penoso final de la semana santa.
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