Y mientras todo se va quedando en el recuerdo, la semana se van sucediendo, a espensas de, por lo menos, decir que ya queda sólo un año para volver a ver a la Esperanza. Muchos, costaleros y hermanos, y nos consta por haberlos visto, osea, que aquí nadie se puede esconder, han entrado a la iglesia parroquial, a ver a la santísima Virgen, a perderse en su mirada, y a consolarla con su presencia, buscando los recuerdos de ese Domingo de Ramos, o simplemente, llegados con mensaje de las calles, y de los barrios, que no se hacen a la idea de la condena de no poder verla un año entero. Y a ese son, las lárgimas de su rostro se quedan cuajadas al no sentir el dulce baiben de sus costaleros y el brillar de la llama penitente de los cirios de sus hermanos, ¿para que quieren caer al suelo y perderse?, prefieren esperar para regar como dulce Rocío el jardin de flor y cera que a sus pies la espera, y bendecir con su mirada cada molécula del aire que respira nuestro pueblo, cada partícula que se posa sobre nuestro rostro cuando la contemplamos, y cada suspiro que emana de las fuentes de los que rezan llorando, después de mucho tiempo sin hacerlo.
Y mientras tanto, entre tanta pena, y tanta espera, queda la hermandad y la unión, y en ese consuelo somos varios los que nos unimos, este sábado nuestra hermandad asistirá a la misa de acción de gracias de la hermandad del gran poder de alicante, y que seguro que entre todos recordaremos tanto, así mismo nuestra misa de acción de gracias por la Estación de Penitencia será el próximo Viernes en misa de 20:00h. y que se avisará por carta a todos los hermanos, a los cuales pedimos su asistencia pues es nuestra forma de darle las gracias a Dios mismo y a la Santísima Virgen por habernos brindado una Estación de penitencia tan increiblemente sentida.
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