Nuestras primeras palabras que sean para los valientes costaleros de santiago que han cumplido con creces su labor, emocionan a la gente en el saluda y en la procesión del patron, y han emocionado a la gente con ese movimiento tan estilizado hoy en la procesión de Nuestra Patrona, sean pues estas primeras palabras para ellos, en agradecimiento por tan desinteresada y emotiva labor.
Ya se pueden imaginar como ha sido la procesión de nuestra soberana patrona, emotiva, brillante y como sólo ella se merece. A las nueve en punto ha atravesado en hombros de los costaleros el dintel de la puerta y ha sido entregada a su pueblo, bajo el inmenso aroma de docenas y docenas de Nardos que ha sido la flor que ha decorado este año su camino, se pueden imaginar la olor tan hermosa que quedaba una vez que pasaba el paso de nuestra patrona.
Los costaleros la mecían con la dulzura que solo ellos saben, varios vivas han salido de la boca de nuestro hermano mayor y de nuestro teniente de hermano mayor. Los estandartes de los diferentes barrios de nuestro pueblo iban abriendole camino y recordandonos la grandeza de María.
Y es que a su csamino seguro que más de uno se ha acordado de cuando la virgen visito su casa, en los años en que se construia su ermita y no tenía sitio para quedarse, más de uno se acuerda al verla de los que ya están con ella.
Y al llegar a su calle de nuevo, a su regreso tras caminar por todo el pueblo, el desenfreno, desde uno de los balcones ha comenzado una emotiva lluvia de petalos de Rosa, como no podía ser de otra manera, para la rosa de octubre, lanzados por miembros de nuestra hermandad, el próximo año le tiraremos más cantidad de rosas y buscaremos un balcón más grande. Lo más emotivo ha sido cuando la Ermita se ha quedado vacía, que toda la gente se ha marchado a ver el castillo de fuegos artificiales, nuestra capataz, Rocio, le ha dedicado varias canciones a nuestra patrona, con ese emocionante y emotivo acento andaluz, y nos ha saltado las lágrimas a todos, y nuestro coro, le ha cantado una canción llenado el ambienye de silencio y hermosura, y es que deberiais haber visto lo contenta que estaba la virgen.
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