Los principios siempre cuestan, sobre todo cuando, la meta a alcanzar radica en la propia voluntud de uno mismo. Podríamos hablar de esta manera de nuestro coro Rociero, pues la meta está en cada una de las 17 voces que lo componen, la voluntad que le ponen, la paciencia y la, poco a poco creciente, experiencia.
Ayer en la tarde se produjo un nuevo ensayo de nuestro coro, plegarias con la voz, que llegaron a ponerme, humildemente lo digo, los vellos de punta, llegó un momento, en que, la armonía fue tan rica, que entremezcladas con la guitarra, con el trabajo, y con el buenhacer de ellos y ellas, todo eso, produjo un impresionante momento de sesibilidad extrema, que no me crees, pues puedes venir a comprobarlo el próximo sábado 18 de Septiembre a nuestra primera Sabatina de la hermandad, y luego si quieres, te vienes a cenar a nuestra hermandad, que verás que gente más buena te brindan lo que tienen, te hacen reir, se enfadan, se pelean, se cuentan chistes, y se quiere con todo el corazón a nuestra madre, a nuestra bendita madre la Virgen de la Esperanza, y es que cada vez en este termino, se entiende más la palabra hermano, pues aún que seamos de sangre diferente, por nuestras venas circula el mismo querer a la Virgen de la Esperanza, a esa bendita mujer que desde su altar en la Iglesia, nos mira, nos comprende y sobretodo no nos juzga cuando vamos a contarle lo que nos sucede, pues ella es la que nos corre por las venas, y la que por ello mismo, nos hace hermanos: HERMANOS DE LA ESPERANZA
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