Un Gran día de Cruz y Esperanza

Que se podría decir, de un día, en el que han ocurrido cosas inesplicables.
Tras varios minutos de cortesía, los autobuses partían en dirección a caravaca de la Cruz, mientras en los autobuses, se pasaba lista, y otros se encargaban de vender las papeletas de la Rifa. ¿Que, que se rifaba? Pues a ver, una batidora Jata de de Vaso, una Sandwichera, dos maletas de Adolfo Dominguez, un mantón de terciopelo rojo, un juego de cremas etc...etc... vamos que merecía la pena el euro de la Rifa. Sobre las 10:30h. la llegada al punto de peregrinación, allí la hermandad repartió los bocadillos y la bebida para todos los que nos acompañaron, mientras otros montábamos el Simpecado, y repito SIMPECADO, pese a que se que a alguno le sorprenderá, creo que este ha sido el orgullo más grande en el día de hoy para nuestra hermandad. Sobre las 11 y tras las plegarias de salidas, nos dirigimos cantando hasta la iglesia del salvador, que ya estaba llena de peregrinos, tras el recibimiento, y la bendición de salida, partimos todos hacia el santuario, nuestro simpecado acompañado por 100 personas, ascendían con orgullo por las cuestas imposibles de Caravaca, y la llega al Santuario la sorpresa: Nos invitan a que nuestro Simpecado presida junto a la santísima Cruz de Caravaca el altar mayor, se pueden imaginar la ilusión, sobraban sitios para colocarlos en su sitio. La siguiente sorpresa, la peregrinación de la población de LA UNIÓN (murcia) organizaba la misa, con lo que la música que acompañaría la misa, sería el cante "jondo" de las minas, es decir cante flamenco en estado puro.
Sale la Santísima cruz, 12 tañidos de una campana mientras suena la guitarra flamenca con el lamento más profundo que se puedan imaginar, la piel de gallinas, lágrimas en los ojos y nuestro simpecado junto a la santísima cruz y ante más de 3500 peregrinos. Además el detalle de que nuestro consiliario, estaba entre los 12 curas que estaban en el altar mayor. Nubes de tormenta que amenazan el cielo, pero como inspiración divina, en el valle de caravaca brilla el sol más potente, eso si, nubes negras como el tizón amenazan con llegar. Nubes que no llegarían hasta que el lignum crucis volviera al interior de la basílica.
La gente que se amontona, en las puertas laterales de la basílica para entrar a besar la cruz, nosotros vamos a por el Simpecado y somos invitados a ser los primeros en besar la cruz, la emoción nos invade, nuestro simepecao entra en la basílica más alto que nunca, cuando estamos ante la reliquia, el primero que la rodea es nuestro simepcado, una de las borlas se lanza descontrolada hacia la reliquia, se lía con ella, y el cura que la sostiene sonríe, y comenta: Vaya la primera vez que pasa algo así. El borlón se deslía solo al llegar a su tope y rebotar, y tras estampar nuestra emoción con un beso, nos marchamos camino del autobuses, el resto de compras.
..... Y al final se hizo lo que la Esperanza quiso, .... y es que, contare dos historias, la primera, es que este viaje, se cambió por el de la II Peregrinación al santuario de Calasparra, a volver a ver a la Esperanza, pero se decidió cambiarlo para conseguir el Jubilar. La segunda historia, es que nos cogió la tormenta cuando estábamos llegando al autobús, y todo parecía indicar que nuestro viaje terminaba ahí, pero uno de los choferes propuso. - ¿Por que no comemos en una de las cuevas del Santuario de la Esperanza de Calasparra?.- Y es que la esperanza nos llamaba a gritos y no hicimos oídos sordos, a las 3 los autobuses aparcaban en la esplanada del santuario. Casi a las 3 de la tarde el hambre hacía mella, desplegamos nuestro peculiar campamento y como buena hermandad todos a compartir, risas, chistes y el sorteo, entre más risas y diversión, pero la lluvia volvió y cuando ya estaba todo recogido, nos acordamos de que no habíamos visitado a la reina del cielo, peor estaba lloviendo y......... le echamos gana y un grupo bajo la lluvia y sin paraguas, corrimos hacia el santuario, y fue pisarlo, y dos sorpresa, la lluvia cesó y en cuestión de minutos las nubes escamparon y la segunda sorpresa era que la Esperanza había pasado mes y medio en calasparra y que hoy había vuelto a su santuario, Y es que la Esperanza nos llamaba, y teníamos que responder su llamada, ahí terminó nuestro viaje dándole gracias a la bendita Esperanza. El regreso la primera parte durmiendo, y la segunda, agrediéndole a toda la gente su colaboración, indicar que se han apuntado 5 hermanos nuevos a nuestra hermandad, y solo esperamos, que todos los que han vivido tan gran día con nuestra hermandad hayan disfrutado, por lo menos la mitad de lo que lo hemos hecho nosotros. Así que desde aquí muchas gracias. Por cierto ¿Han leído el comentario que han dejado en el comentario anterior,? No tiene desperdicio.