Un cuerpo, un solo ser.

Muchas son las hermandades que ha fecha de hoy se encuentran bajo elecciones al cargo d hermano mayor, pese a la cercanía de la cuaresma y más aún de las diferentes Estaciones de Penitencias. Pese a que la resolución de esas elecciones suele traer consecuencias derivadas de las mismas, siempre se intenta que la hermandad o la cofradía sufra lo menos posible.
Los diferentes candidatos presentan sus programas electorales, apoyados por la solidez de un número de hermanos, que de antemano se baraja su participación, como en el caso de la Macarena de Sevilla, donde las candidaturas eran bien diferenciadas, o en este caso lo acontecido en la Hermandad de San Esteban, que tras ser nombrada una comisión por el propio Obispado, los más de 70 costaleros han decidido no salir este año bajo las andas de la hermandad.
La hermandad, son instituciones con vida propia, en donde los hermanos son la sangre, las defensas y las plaquetas de ese cuerpo, los organos son las actividades, los cultos, los actos, el cerebro es la Iglesia, y el corazón la estación de penitencia, por ello, la hermandad, y más aun sus hermanos siempre han de moverse transportando el oxigeno que hace falta, su presencia, su participación , para que este cuerpo no muera. Pero claro, dentro de todo esto siempre está la esperanza.